Preparar tus propias tarjetas de Navidad es una forma sencilla de dar un toque personal a las felicitaciones de fin de año. En lugar de limitarte a un mensaje rápido por chat, puedes diseñar una tarjeta cuidada, con tus fotos, tus colores favoritos y un texto escrito a tu manera, lista para imprimir o para enviar en formato digital.
El primer paso consiste en elegir la vía que prefieres: puedes trabajar en programas de escritorio como editores de imágenes o de maquetación, o recurrir a servicios en línea que ofrecen plantillas navideñas ya listas. Estos sitios permiten partir de un modelo prediseñado y cambiar el fondo, los adornos, el tipo de letra y el mensaje, sin necesidad de conocimientos técnicos avanzados.
Si quieres incluir una foto de familia, de tus mascotas o de un paisaje invernal, selecciona una imagen con buena iluminación y resolución suficiente para imprimir. En muchos servicios basta con subir la foto, recortarla para que encaje en el diseño y ajustar los colores para que combinen bien con el resto de elementos gráficos. También puedes añadir pequeños iconos, como estrellas, copos de nieve o regalos, para reforzar el ambiente navideño.
A la hora de redactar el texto, procura que sea breve pero significativo: unas pocas líneas en las que des las gracias por el año compartido, desees unas fiestas tranquilas y anticipes tus mejores deseos para el nuevo ciclo suelen ser más efectivas que un mensaje muy largo. Puedes crear diferentes versiones del texto si piensas enviar la tarjeta tanto a amigos cercanos como a contactos profesionales.
Una vez que el diseño esté listo, descarga la tarjeta en PDF o en una imagen de alta calidad. Si piensas imprimirla en casa, utiliza cartulina o papel más grueso que el habitual y haz una prueba de impresión antes de sacar varias copias. Si prefieres la versión digital, comprueba cómo se ve en el móvil: elige un tamaño que resulte legible también en pantallas pequeñas y envíala por correo electrónico, redes sociales o aplicaciones de mensajería según el destinatario.
