Para empezar a usar Skype necesitas una cuenta de Microsoft. El asistente de alta puede variar con el tiempo, pero en general tendrás que proporcionar una dirección de correo electrónico o un número de teléfono, elegir una contraseña y completar algunos datos básicos.
Lo más seguro es seguir las indicaciones de la página oficial de Skype o Microsoft, ya sea desde la web o desde la aplicación descargada de una tienda fiable. Evita registrarte a través de formularios de sitios de terceros que no conozcas.